sábado, 18 de septiembre de 2010

Recordar, obstaculiza... sigue..

 Friedrich Nietzsche, en una brillante y poética narración nos comenta sobre el" intento" de tema que se debate...

Contempla el rebaño que pasta delante de tí: ignora lo que es el ayer y el hoy, brinca de aquí para allá, come, descansa, digiere, vuelve a brincar, y así desde la mañana a la noche, de un día a otro, en una palabra: atado a la inmediatez de su placer y disgusto, en realidad atado a la estaca del momento presente y, por esta razón, sin atisbo alguno de melancolía o hastío. Ver ésto se le hace al hombre duro, porque él precisamente se vanagloria de su humanidad frente a la bestia y , sin embargo, fija celosamente su mirada en la felicidad. Porque él, en el fondo, únicamente quiere esto: vivir sin hartazgo y sin dolores como el animal, aunque lo quiera, sin embargo, en vano, porque no lo quiere tal y como lo quiere éste. Así el hombre

pregunta al animal: ¿ Porqué no me hablas de tu felicidad y únicamente me miras ?.. El animal quiere responderle y decirle: Esto pasa porque siempre olvido lo que quiero decir...Entonces, tambien se olvidó la respuesta y calló, de modo que el hombre se quedó asombrado.

Pero también se asombró de sí mismo por no poder aprender a olvidar y depender siempre del pasado; y es que cuanto más lejos vaya, cunto más rápido corra, esa cadena siempre le acompaña....



El tema que habíamos plateado era: Si, el recordar obstaculiza, ante lo brillante de lo escrito por Nietzche, parecería que cuando el hombre dice:- me acuerdo- en algún punto envidia al animal que sólo olvida....

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