viernes, 24 de diciembre de 2010

La navidad...

La navidad, y toda fiesta impuesta por calendario, es a mi gusto de difícil digestión.....
Me encantan las festividades, y todo lo que proponga reunión, agasajo, festejo, alegría, diversión, empero, determinadas manifestaciones de sentir semi-hipócrita ( dado que si no se agradece, o no se une al derrotero, todo individuo es tratado, poco menos de troglodita...), incluyendo la parafernalia de intercambios de deseos de bienaventuranza, halagos innecesarios, llamadas de seres que no vimos en años, mensajes de personajes que ni se nos pasaría por la cabeza tomar un café, convites por compromiso, regalería a mansalva, consumismo desproporcionado, y la búsqueda de suprimir felicidad con afabilidad, y todo lo que conlleva la exigencia de lo festivo, por lo festivo mismo......
No tengo intención de despreciar la felicidad, simplemente que las exteriorizaciones desmesuradas, la pseudo-felicidad a base de Papá Noel, el árbol que derrocha, la mesa que rebalsa, lo orgiástico sin sentido, me parece lastimero, de final triste, de poca, y frágil verdad.....
Sólo nos bastamos si somos auténticos, veraces, es lo poco que nos podemos brindar entre la nada que fuimos y la que "mañana" seremos. Felicidad, reunión, obvio que siiiiiiiiiiiiiiii, pero todo humano logra ser feliz, solamente cuando es feliz, regalos, viajes, pseudo-placeres, comilonas, sirven, solamente cuando sirven.....
Saludos para todos los humanos, divinamente humanos.....

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